miércoles, 29 de abril de 2009

LA CONQUISTA DE UNA MUJER DEBRA HABIENDO RECUEPERADO A SU DIOSA


Toda mujer que recupera su poder, se convierte en mujer Debra... y toda mujer Debra que ha recuperado su poder ha aprendido a mejorar y perfeccionar su vida desde ella misma, con sus propios recursos, utilizando su poder interior al haber recuperado a su Diosa... y esta es su conquista:

1-Para una mujer Debra es imposible sufrir un "maltrato"

2-Sabe siempre lo que tiene que hacer... y lo que no tiene que hacer

3-No se deprime ni desespera, pues sabe que siempre puede resolver cualquier
situación: laboral, económica, familiar, de salud etc.La confianza es su mayor arma

4-Sabe que todo tiene una "resolución"...¡y la encuentra!, pues piensa y siente
creando "la riqueza" con imaginación y confianza

5-Vive la generosidad desde la abundancia, midiendo adecuadamente
"la entrega"

6-Ama sin condiciones, pues se sabe digna y merecedora de ser Amada de igual manera

7-Mantiene una constante Conciencia de "aprendizaje"...Su Inteligencia le dice que siempre está aprendiendo, y que mejorar en todo ¡no tiene límites! se siente plena, libre: PODEROSA


RECUPERA LA DIOSA QUE HABITA EN TI

   Hoy día, la mujer en general, y sobre todo la mujer occidental, ha mejorado el lugar que ocupa en la sociedad, y parece que la "reivindicación" de lo femenino ha dejado de tener sentido. Pero han sido tantos años de dominación patriarcal, que sus huellas aún profundas siguen estando presentes en las diferencias sociales y arquetípicas de cada Entidad y género.
   Existe un aspecto psicológico desde el que se estudia la mitología para entender la salud mental y evolutiva de las sociedades.
   En la remota antigüedad -orígenes preindoeuropeos- la mujer gozaba de respeto y veneración sociales, el carácter "femenino" o "matriarcal" estaba reflejado en un sistema social equilibrado llamado gylanía (de la cultura Gylánica)=gy- de mujer an=andros-de hombre. Era una sociedad pacífica sustentada en la agricultura y que rendía culto a las diosas de la fertilidad y nacimiento, a la naturaleza y a la vida,(desde el Paleolítico Superior al Neolítico agrícola). Esto comenzó a cambiar cuando los indoeuropeos, domesticadores del caballo y guerreros se asentaron por todo el continente dando lugar a la Europa prehistórica. Ambas culturas se fusionaron y muchos aspectos matriarcales de las culturas celta, helena, germana, eslava, báltica etc. acabaron siendo demonizados, aunque pudieron seguir perviviendo a pesar de la "Kurganización", de ahí la diferencia que existe entre la posición de la mujer celta en comparación con la semita (mundo árabe y judío).
   Esta desvalorización de la mujer nunca ha desaparecido, continúa existiendo de forma oculta.
   El principio femenino es un aspecto de la Conciencia Humana que no debe ser erradicado; y es necesario devolverlo a la Consciencia y restaurarlo a una situación de plena complementariedad si queremos alcanzar un equilibrio armonioso en nuestra Sociedad.
   El culto a las diosas de la vieja Europa pervivió en religiones mistéricas europeas de época histórica, el dionisismo, los cultos eleusinos de Grecia, el culto a las madres celtas y las diosas de la fertilidad germanas, eslavas, bálticas etc. son ejemplos de su presencia.
   Con la presencia del cristianismo se lleva a cabo una oscura y encubierta demonización de sus valores, y la mujer acaba siendo relegada y sometida. La ideología ultra-patriarcal del cristianismo se debe a su origen judío-semita.
   Marija Gimbutas ha escrito:  "El culto a la antigua diosa europea está manchada con sangre y es la mayor vergüenza de la iglesia cristiana. La caza de brujas de los siglos XV a XVIII fue un acontecimiento de los más satánicos en la historia europea llevado a cabo en nombre de Cristo. Las ejecuciones ascendieron a más de ocho millones."